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Un gran y nuevo año.

Decir que Jimin estaba emocionado era realmente poco, después de pasar el día con sus padres y su hermana y que todos estuvieran bien con el asunto de su unión, ambos volvieron a casa y el omega pasó el resto de los días hablando de lo divertido que será ir a una fiesta con sus amigos y mejor aún con su alfa, jamás había ido a una fiesta y mucho menos a un bar, así que le cuestionaba a Jungkook cada minúscula cosa para estar bien informado al respecto, cuando el 31 de diciembre llegó el omega fue el primero en despertarse, demasiado temprano para ser honestos, pero la emoción le ganaba, preparó el desayuno en compañía de Tiza que se entretenía mordiendo los dedos de sus pies o su pantalón de pijama. Volvió a la habitación para despertar al rizado, se tumbó a su lado con impaciencia, ¿cómo es posible que aún no esté despierto cuando la diversión los espera?

—Kook —susurró en su oído, recostado a su lado y agitándolo por el hombro insistió—. Despierta —habló más fuerte pero el alfa no abría los ojos, así que lo sacudió más fuerte—. Alfa, despierta —su ceño se frunció porque usualmente el rizado tenía un sueño ligero—. Kook, ya es hora —lo sacudió de nuevo pero nada. El terror invadió su cuerpo, Jungkook no despertaba, por un segundo volvió a su mente la imagen del alfa en coma y lleno de cables, sus ojos cerrados y todos esperando a que los abriera sin obtener éxito—. Ricitos, d-despierta —pidió con la voz ahogada aunque ya no hacía falta insistir, el alfa había abierto los ojos por el dolor de su pecho ante el miedo del omega.

—No llores, bebé —se sentó de inmediato y lo atrajo a su regazo—. Perdóname, estaba jugando —frotaba su mejilla contra la del menor tratando de acallar su llanto.

—¿Qué? —se separó molesto del alfa—. ¡¿Era una broma?! —su molestia era mucha, su voz fue más fuerte pero las lágrimas no se detenían, vio al alfa asentir con pesar—. ¡Estuviste en coma, Jungkook! —grita exasperado y rodeando el cuello del otro con sus brazos, estaba enojado pero el alivio de tener a su alfa con bien era más—. No v-vuelvas a hacer eso, me asusté m-mucho —sollozaba con dolor, sus lágrimas humedecían la camisa de Jungkook donde su rostro estaba recargado.

—Perdón, no pensé en eso —apretaba más el cuerpo del omega, se odiaba así mismo por causarle dolor, pero era verdad, no recordó el pequeño detalle de su salud voluble, ahora se siente tan estúpido, nadie puede detestarlo más de lo que se detesta el mismo—. Lo siento, lo siento mucho —los sollozos seguían saliendo de la boca del menor y su lobo estaba tan molesto, había dañado a su tesoro, le había causado tristeza, ahora necesitaba calmarlo e implorar perdón—. Lo siento, amor —acariciaba su espalda con tranquilidad tratando de transmitírsela—. Lamento asustarte y aunque mi intensión si era esa, era un juego, no pensé en mi estado, lamento hacerlo, de verdad lo hago —ladeó su cabeza para poder besar la mejilla del omega—. ¿Puedes perdonarme?

—Cállate —susurra—. Solo déjame abrazarte y abrázame de vuelta —aumentó la fuerza de sus brazos aferrándose el cuello del otro—. Sé que no fue tu intención asustarme de esa manera y te perdono pero no me sueltes —su mejilla se pegaba a la de Jungkook durante el abrazo, la humedad que resbalaba de sus ojos mojaba también al alfa—. Nunca lo vuelvas a hacer, es horrible, me duele.

—Lo lamento —la fuerza que el ojiazul ejercía en su cuello, la ejercía él en su cintura, sentía lo que Jimin y era desgarrador, su miedo, el pánico que lo recorría era terrible y nunca va a perdonarse por eso. Liberaba su aroma tratando de tranquilizar a su omega, lo ayudó a acurrucarse adecuadamente en su pecho, la barbilla de Jungkook recargada en la coronilla del ojiazul mientras repartía caricias a la espalda del chico, tarareos suaves acompañaban sus movimientos mientras la respiración del omega se tranquilizaba y el dolor de su pecho se disipaba.

—Kook... —habla Jimin luego de unos minutos—. Te amo demasiado, por favor, nunca me dejes.

—Te amo mucho más —buscó besar su frente y sus labios tibios se colocaron en la suave piel, sin alejarse demasiado continuó—. Lo lamento, no sabes lo estúpido que me siento —los ojos del omega lo observaron, ya sin demasiada tristeza pero algunas lágrimas hacían que sus pestañas se agruparan y sus ojos relucieran brillantes.

—Si no te hubiera pasado lo que te pasó, tal vez, solo tal vez... me hubiera divertido —el sentido del humor de Jimin siempre ha sido bastante extraño y por eso el alfa se animó a tratar de jugarle una 'broma'.

—No volveré a tratar de hacerte bromas, lo siento.

—Será lo mejor, alfa —dice con un poco de burla—. Ahora vamos a desayunar que llorar me dio hambre.

—¡Oh mi precioso, bebé! —Jungkook lo estrechó una vez más a su cuerpo—. ¿Hiciste el desayuno? —el menor asintió—. Aún son las 7:30, ¿por qué hiciste el desayuno tan temprano y en un día festivo?

—Estoy emocionado —admite con su dedo haciendo círculos en el pectoral del alfa—. O lo estaba hasta que fuiste un alfa malo y me hiciste llorar.

—Lo siento —besa su cabello y olfatea un poco para comprobar que su ángel solo está molestándolo y no hay más tristeza en su olor—. ¿Quieres que baje por el desayuno y comemos aquí?

—Mhmm —asintió tiernamente.

—Voy por ello, entonces —avisa para que Jimin se separe pero cuando el omega se ha pasado a la cama quedando de espalda a él, el alfa toma su rostro entre ambas manos y deja muchos besos repartidos por cada lugar haciéndolo reír, por último frota su mejilla contra la de ojiazul en un gesto de disculpa—. Perdóname por ser idiota.

—Eres el mejor y estás disculpado —devuelve el gesto acercándose más al tacto de la mejilla ajena y cierra los ojos con alivio—. Ahora aliméntame —exige con burla que hace reír al mayor.

✧✦✧

Luego de pasar la mayor parte de la mañana abrazados en la cama porque el alfa estaba lo suficientemente renuente a despegarse del aroma de su amado y el omega estaba disfrutando mucho de los mimos que se le regalaban, decidieron que era hora de alistarse para hacer el recorrido por las casas de sus familiares, ya que no podrían verlos durante los primeros días del año por estar preparándose para su celo, los síntomas se intensificarán y prefieren estar dentro de su nido durante ese tiempo.

Primero visitaron la casa de los Jeon donde a regañadientes el alfa permitió que Jimin abrazara a sus suegros y poder desearles un feliz año nuevo, convivieron por un rato para que la pareja joven pudiera seguir con su recorrido hacia la casa de los Park, donde celebraron un poco con ellos y charlaron acerca de los nuevos planes para el año que viene, todo fue muy familiar y divertido y pronto estaban llegándose las 9 de la noche así que los chicos se despidieron para dirigirse al bar en un taxi.

Al bajar del auto de renta el omega abrió los ojos enormemente ante la fila que se formaba afuera del lugar, sus labios se fruncieron con pesar pero se acercó al final de la fila mientras su alfa pagaba la cuenta del transporte.

—¡Jim, te dije que no te separaras de mi! —el ojiverde casi gruñe acercándose a él y dejando un beso en su mejilla.

—Perdón —dice simple con un gesto tierno, el mayor tomó su mano entrelazándola y acarició su dorso—. Hay demasiadas personas —se queja con un puchero triste que el otro besó.

—Es víspera de año nuevo, amor —explica rodeándolo por los hombros y atrayéndolo a su pecho, el omega se dejó gustoso para poder disfrutar solamente del aroma de su alfa, tantos olores lo estaban aturdiendo luego de solo convivir con su alfa y la familia—. Además en éste bar siempre hay gente de sobra, pero no te preocupes esperaremos a los chicos y luego podremos entrar porque Yoongi tiene el pase para la fiesta, si no igual puedo hacer que nos metan antes —sonríe orgulloso, tal vez no use las influencias de sus padres, pero puede usar las que él mismo se creó.

—¿Habías venido antes? —cuestiona curioso.

—Mhmm —su mano acariciaba la espalda del chico—. No era mi sitio favorito pero vine algunas veces y conozco personas —se encoje de hombros. Desde los 18 años comenzó a ir de fiesta, lo que lo llevó a conseguir amigos y establecer un gran número de relaciones que lo llevaban de fiesta al menos una vez al mes, el resto se le iba en estudiar y trabajar para aprender lo suficiente de sus padres, no podía ser un simple hijo de papi heredero de la fortuna, quiere ser merecedor de todo y ganarlo con su esfuerzo.

—¿Me llevarás a tu bar favorito alguna vez? —el brillo de sus ojos reflejaba la emoción, Jungkook podía observar sus ojos durante las 24 horas del día, sin necesitar agua o comida, todo lo vitalmente necesario está en esos círculos azules que tan loco lo vuelven, las fiestas nunca fueron una adicción para el rizado, nunca dejaría su empleo por nada del mundo pero ahora, viendo esos ojos, tal vez renuncie a todo solo para dedicarse a observarlos y contar las tonalidades dentro de ellos.

—Si te diviertes lo suficiente hoy y te agrada, entonces iremos a los bares que tú quieras —concede.

—¡Gracias, alfa bonito! —deja un beso en su pecho y vuelve a disfrutar de su olor.

El lobo mayor no podía sentirse más orgulloso por complacer a su hermoso novio, pero algo lo preocupaba un poco, ésta es la primera vez que sale de fiesta después de más de cinco meses, la última vez no resultó para nada bien, no recuerda mucho de esa última fiesta pero si recuerda las luces de ese auto frente a él en la carretera, recuerda no haber bebido ni una gota de alcohol y aún así perder cuatro meses de su vida a manos de otra persona, no sabe cómo  cuidar a Jimin de eso, se siente impotente así que solo lo aprieta más a su cuerpo tratando de no alterarse para que el menor no lo note, sus miedos siempre parecen tontos pero no puede hacer nada para quitárselos, si se trata de cuidar a su omega nunca nada será irracional.

—Buenas noches, jefes —Zico se para a su lado haciendo que el mayor le otorgue un gruñido.

—Idiota, me asustaste —regaña—. Y hoy no trabajas para nosotros, no somos tus jefes.

—La costumbre —el beta se encoje de hombros y no dice nada más, solo viendo al frente.

—Estás muy callado —señala Jimin desde su abrazo con Jungkook—. Creo que estás nervioso —levanta su rostro para ver el de su alfa quien también lo mira con diversión.

—No tengo razones para estarlo —replica pero sus mejillas se han pintado de un lindo tono rojo que pasa desapercibido gracias a las luces neón que iluminan la fachada del lugar, la palabra "barton's" brillaba en cursiva brillante de color rojo, tenía ladrillos negros de fondo y grandes ventanales de cristal funcionando como paredes, hacia dentro no podía observarse demasiado, solo un laberinto también de cristal que era iluminado por decoración neón, muy atractivo. El segundo piso es donde estaba la fiesta, Jimin aún no lo veía pero estaba seguro de que le encantaría porque la decoración externa ya lo había hecho.

—Claro que las tienes —afirma el omega divertido—. ¡Mira, ahí viene Yoongi! —el beta se giró rápidamente hacia la dirección que el menor había apuntado, las carcajadas de Jungkook y Jimin fueron estridentes cuando el chico vio que no había nadie.

—¡Oh, cállense! —definitivamente se había expuesto así mismo.

—¿Por qué callas a Minnie? —cuestionó Yoongi asustando a los tres, nadie vio por donde llegó.

—¡Yoon! —Jimin sale del abrazo que tenía con su alfa y se abalanza contra el beta—. Te extrañé mucho.

—Y yo a ti, peque —se inclina levemente para abrazarlo e ignora olímpicamente la mirada asesina que Jungkook le brinda—. Mi pulso no va a detenerse solo por tus ojos, soy prácticamente inmune a ti —se burla haciéndolo gruñir—. Bien, no lo soy tanto, ahí tienes a tu chico —empuja al omega hacia el ojiverde y este lo recibe gustoso para enterrar la nariz en su cuello.

—¡Yoongi, cuidado con Jim! —la voz de Hoseok interrumpe la futura burla de Min—. Yo te cuido, Minnie —sonríe hacia el ojiazul y le guiña un ojo.

—No necesita que lo cuides —habla Jungkook con los labios pegados al cabello castaño de Park—. Yo lo hago —de nuevo dirige sus ojos tenebrosos al beta ojiazul haciéndolo reír.

—Si, lo que digas —Taehyung, que claramente había llegado con su esposo, lo empuja levemente para abrazar a Jimin, los colmillos de Jungkook salieron por la furia, todos esos chicos le estaban complicando todo, comprende que es por juego, siempre intenta tolerar que se acerquen a Jimin, incluso en otras circunstancias, tal vez estaría riendo pero no ahora, no cuando no ha pasado ni una semana de que se enlazó al omega y no cuando su celo está tan próximo, no tolera que nadie se acerque a su ángel. El gruñido fue contenido por la mano que tocó su pecho, la pequeña mano que lo empujaba delicadamente hacia atrás para que se alejara del pelinegro.

—Lobito, Tae está embarazado, no debes gruñirle —se separa del azabache para tomar la mano de su alfa.

—Lo lamento —agacha la cabeza.

—No —niega con seguridad—, los que deben disculparse son ellos —dice con firmeza hacia sus amigos—. Aún no lo sabían pero Kook y yo nos enlazamos hace unos días, ustedes lo molestaron y eso no está bien —Taehyung, Hoseok y Yoongi veían al omega con ojos arrepentidos—. Además saben que Jungkook aún no controla a su lobo del todo, no deben ofenderse por sus reacciones y mucho menos provocarlo —los señalaba acusadoramente con el índice—. Discúlpense, ahora —la firmeza de su voz daba un poco de miedo y hasta Jungkook sentía que debía disculparse de nueva cuenta con nadie en particular, ver a su omega de esa forma le llenaba el pecho de alegría, lo estaba defendiendo y aunque eso tal vez no fuera bien visto, a él y su lobo les brindaba una felicidad enorme.

—Lo sentimos, Jungkook —hablan los tres en coro, la escena era cómica hasta cierto punto, un pequeño omega reprendiendo a dos alfas y un beta, mayores que él en edad y tamaño, los tres agachando la cabeza ante el ojiazul y pidiendo disculpas.

—Con estos tres no necesitarán hijos, jefe —Zico rodea a Jungkook por los hombros y apunta al trío con el pulgar, Jungkook solo rió un poco.

—Yo también lo siento chicos —asiente hacia los tres que pronto estaban abrazándolo—. Emm... —no sabía que decir ante la acción.

—Ahora eres oficialmente nuestro amigo —dice Yoongi.

—No podíamos confiar en ti hasta estar seguros de que no lastimarías a Minnie —continúa Taehyung.

—Y como él confió en ti de esa manera, entonces nosotros también confiaremos en ti —termina de hablar Hoseok, Jungkook no sabía que sentir al respecto, sentía un calor en su pecho ante la sonrisa conmovida de su omega, por otra parte le alegraba que esos tres chicos se preocuparan tanto por él y por último estaba su alfa que quería gruñir por pensar que él era capaz de dañar a su amor, se limitó a corresponder al abrazo y reír cuando Yoongi dijo que ellos confiaban en él pero no lo suficiente para que los marcara a todos.

✧✦✧

—Coquetea conmigo —pide el omega mientras ambos caminaban hacia la barra, faltaba poco más de una hora para el año nuevo, habían entrado al local hace ya un rato y todos estaban muy divertidos bailando en la pista, Yoongi y Zico parecieron soltarse más gracias al primer trago, pero el resto de ellos estaba con reservas sobre el alcohol por distintas razones—. Nadie nunca trató de hacerlo, y ahora estoy contigo, nunca voy a vivirlo —sonríe hacia el mayor.

—¡Ay Jim! —hace un puchero triste—. Me siento mal, dices esas cosas y siento que no es justo para ti que nos enlazáramos tan rápido —agacha la cabeza.

—Pero soy feliz, yo ni siquiera quería salir y ligar con personas —hace una mueca extraña que aparenta asco cuando llegan a la barra y toman asiento, Jungkook está parado a su lado izquierdo ya que los asientos están algo separados, el alfa colocó sus antebrazos cruzados en la barra y se acercó al rostro del omega para poder hablar a un volumen adecuado, la música era estridente. La barra igualmente tenía un letrero neón y varias lámparas a juego, luces led iluminaban la parte baja de la mesa y todo se veía genial.

—Te quité las oportunidades de experimentar, me siento pésimo —sus ojos se veían tristes—. Nos llevamos solo 5 años pero tú no habías hecho nada de lo que yo hice sin ti, siento que es injusto.

—No me quitaste nada, al contrario, me das todo —dice con amor—. No necesito experimentar con nadie más, siempre puedo coquetear contigo —habla con un tono bajo y atrayente haciéndolo sonreír—. ¡Ese es mi alfa! Me encanta tu sonrisa.

—Y a mi la tuya, bebé —acaricia su mejilla con dulzura, una voz le interrumpió.

—Lo siento chicos, estamos llenos y tardaré unos 20 minutos en atenderles —el barman se disculpa ante ellos.

—Descuida —Jungkook le sonríe y le resta importancia al asunto, tiene una idea entre manos, cuando el hombre se va regresa su mirada a Jimin—. Tienes razón, yo voy a hacer que vivas todas esas experiencias, pero solo conmigo —olfatea la vainilla y un gruñido casi se le escapa de los labios.

—Solo contigo, ricitos —el ojiazul recibió un beso en la mejilla y luego ya no sintió al rizado a su lado, miró confundido hacia todos lados hasta que lo vio alejándose en dirección a una de las esquinas de bar, el ojiverde se recargó contra la pared y le regaló una mirada algo seductora que lo puso nervioso, sus ojos verdes se veían profundos aunque el tono no se distinguiera por la distancia, había diversión en ellos y comprendió lo que su alfa estaba haciendo, así que soltó una carcajada cuando el mayor le guiñó un ojo, sin poder evitarlo porque el alfa es muy atractivo, se sonrojó y dirigió su vista al barman que servía algunos tragos elaborados haciendo girar la coctelera por el aire, a los pocos minutos, vio de reojo que alguien ocupaba el lugar a su derecha pero supo por el aroma que no se trataba de Jungkook, además seguía sintiendo la mirada verde sobre él así que no se preocupó en saber quien era.

—Eso es genial, ¿no? —cuestiona el tipo a su lado, era un alfa de más o menos la misma edad que el rizado, pero éste tenía ojos marrones y el cabello rubio, Jimin se limitó a sonreírle y asentir para luego regresar su atención al barman.

De nuevo el tabaco y la tierra húmeda se aproximaron a sus fosas nasales y sintió un toque suave en su antebrazo, sus ojitos azules se encontraron con los verdes de manera tierna, ambos reconociéndose con el brillo de siempre pero actuando como desconocidos ante los demás.

—Permiso —habla el mayor con una sonrisa coqueta mientras se estira para tomar una servilleta, su brazo pasó demasiado cerca del de el omega, sus pieles se erizaron y la electricidad los recorrió, Jimin sonrió al verlo alejarse de nueva cuenta, sus dedos tamborileaban en la barra al ritmo de la música porque no sabía qué más hacer,  sus amigos estaban perdidos en algún lugar de la pista y no sabe cómo seguir el juego de su alfa, solo está a la espectacular de las técnicas de ligue que el mayor le presente.

—¿Vienes sólo? —de nuevo habló el chico rubio a su costado.

—No, solo estoy esperando unas bebidas —explica con amabilidad.

—Me alegra porque ese alfa te ha mirado varias veces —dice con un tono aliviado.

—¿Quién? —posa sus ojos en el alfa ojimarrón—. ¿El que vino hace un momento? —lo ve asentir, lo que le provoca una risa—. Descuida —le resta importancia agitando su mano.

—No lo tomes a la ligera, es un alfa puro —dice en tono preocupado—. Solo ten cuidado, ¿si? —a Jimin le conmovió que ese chico se preocupara así que asintió tranquilo—. No te alejes de tus acompañantes.

—Claro, gracias —su lazo estaba algo perturbado, era molestia, lo confirmó cuando la tierra húmeda y el tabaco estaban mezclados con enojo cubriendo completo el cuerpo la persona que se paró a su lado izquierdo.

—Hola —Jungkook habló con voz ronca, trataba de seguir en su papel de desconocido, no lo hacía bien desde que notó que ese chico lo veía con desdén y además estaba charlando con su omega—. ¿Quieres bailar? —no se acercaba así a las personas, él es más de conversaciones, pero solo quería alejar a Jimin de ese otro chico, era irracional y absurdo porque ellos solo habían intercambiado unas cuantas palabras, pero no lo quería cerca, su pecho hervía de furia al verlos conversar.

—¿Perdón? —el ojiazul sonríe hacia él de manera burlona, tratando de aliviar su enojo, quiere que siga con su plan inicial, no dejará que sus celos arruinen la diversión que el alfa tenía hasta hace un rato.

—Que bailes conmigo —dice acercándose a su rostro, solo unos milímetros los alejaban, su voz sonaría como una orden pero Jimin solo sonreía así que no se preocupó por mostrarse de esa forma.

—No puedes ordenarle nada, amigo —dice una voz del otro lado, el alfa puro lo miró extrañado y aún más molesto por la intromisión, su ceño se frunció y despegó su cara un poco de la de su omega.

—Disculpa, ¿qué? —cuestiona hacia el rubio.

—Él va a tomar la decisión. No puedes solo hablarle fuerte para que te obedezca —se para de su asiento y se acerca más a Jimin provocando que Jungkook gruña y lo rodee con sus brazos para alejarlo de ese chico, nadie más que él puede acercarse y la gente parece no entenderlo, comienza a creer que era mejor quedarse en casa.

—De hecho ya lo hice —ríe el ojiazul para ladear un poco su cuello y mostrar su marca a ese alfa rubio.

—¿Qué cosa? —habla preocupado el rubio, no puede permitir que ese alfa trate mal a ningún omega, los alfas puros suelen usar su mando para doblegar y hacer que se cumplan sus 'necesidades' no va a dejar que ese chiquillo sea una víctima de eso.

—Tomar una decisión, lamento no explicártelo antes, pero él es mi alfa, solo estábamos bromeando el uno con el otro —explica amablemente, realmente si cometió un error y ahora ese chico debe estar pensando cosas feas de Jungkook.

—Oh, es que él habla muy...

—Él es increíble, descuida —agita su mano de nuevo—. Solo que ahora está molesto porque la unión es reciente, pero gracias por preocuparte —habla mientras Jungkook lo apretaba en un abrazo por la espalda y olfateaba su cabello tratando de concentrarse en ello para no saltar sobre el alfa desconocido.

—Espero que si sea tan bueno como dices —el rubio sonríe y agita su mano en despedida—. Un gusto conocerles —se va entre la gente y Jungkook aprovechó para estirar a Jimin de la mano, sus pasos eran apresurados y aunque no sabía a ciencia cierta lo que ocurría, tenía una idea así que tenía algunas mariposas en el estómago y la piel erizada en anticipación del reclamo posesivo.

Olvidándose de sus amigos y las bebidas que prometieron llevar, caminaron entre los tumultos de gente hasta llegar a la escalera que daba al piso siguiente donde se encontraban los baños, estaba decorada con carteles al azar que le daban un aspecto de arte callejero bastante interesante.

El rizado empujó la puerta del baño y se inclinó para ver si no había nadie en el interior de ningún cubículo, para su mala suerte si había un chico que sonriente, o ebrio, salió del lugar para lavarse las manos, los ojos verdes y molestos lo seguían a cada paso para cerrar la puerta tras él.

Al ver el baño iluminado con luz roja, Jimin divagó un momento sobre el concepto del bar, era divertido, cada piso parecía tener una temática diferente pero a la vez combinaba con los demás de una manera peculiar.

Con la puerta asegurada y el baño vacío, se acercó a Jimin tomándolo de imprevisto, olfateó su cuello con desesperación y lo tomó de la cintura para subirlo al lavabo.

—Kook... —ladeó el cuello permitiendo el acceso, sus manos estaban apretando el borde de la loseta, sabía que esto era lo que pasaría, Jungkook siendo territorial.

—Ese chico estaba defendiéndote, no lo necesitas —gruñó bajo y lento mientras atraía al omega por la nuca con ambas manos—. Me tienes a mi, yo te cuido —soltaba su aroma para impregnar al menor con él, sus dientes rasguñaban la marca.

—R-Ricitos, control —tragó saliva, la sensación que se estaba formando en su estómago era placentera, ser reclamado por su alfa siempre hacía que su lobo se retorciera del gusto, pero están en un lugar público.

—Te juro que lo intento, bebé —besaba su cuello con avidez pero se alejo para morder su labio inferior—. Pero no puedo controlar mi frustración, necesito que huelas a mi, que todos sepan que eres mí omega —realmente intentaba controlarse, no debería hacer eso en un lugar público, está alterando a Jimin y por consiguiente se está alterando él, sería una buena combinación si no estuvieran en un club con demasiadas personas afuera—. No quiero que nadie dude que tienes un alfa que te protege, tienes que oler a mi porque soy bueno cuidándote.

—Alfa —salió como un gemido que solo alteró más al lobo mayor—. Por favor —estar cerca del celo no ayudaba al calor que su cuerpo sentía, estaba manchado de lubricante, su súplica no fue para que se detuviera.

—No me lo pidas, no lo hagas —lamió repetidas veces su cuello, sabía lo que diría pero si él lo pedía no podría negarse—. No podemos hacerlo aquí.

—T-Tú me pusiste de esta forma, alfa —sus dedos se movían ágiles para desabotonar la camisa del rizado—. Por favor —acercó sus labios al oído del mayor para morder su lóbulo—, tómame ahora mismo —susurró lentamente.

—No podemos, bebé —susurra también como si fuera un secreto, sus labios se acercaron a los del chico pero estaba tratando de resistir, debió hacerlo desde el principio, debió controlar sus celos y ahora no estaría aquí, con un problema en sus pantalones y su omega pidiéndole que lo tome en un baño publico—. Alguien puede entrar —acarició su mejilla con delicadeza, la yema de sus dedos se deslizaba sin problemas por su pómulo—. No puedo dejar que te vean, ángel —sus narices se acercaron en un beso esquimal lento, sus alientos se encontraban haciendo el trabajo más difícil—. Nadie es digno de verte, ni siquiera yo pero al parecer hice algo bien para ganarme el privilegio.

—Todo, tú haces todo bien —Jimin lo sujetó fuerte por las mejillas y juntó sus labios en un beso hambriento—. Sabes que lo quieres, no puedes negarme nada —demonios, eso excitó tanto a Jungkook, que Jimin supiera que es incapaz de negarse a él es tan peligrosamente excitante, las grandes manos amasaban sus muslos, esos que tanto le gustan.

—Si le gruño a alguien más será para atacar —eso tal vez no suene tan peligroso pero su alfa está siendo más difícil de controlar conforme el celo se acerca, simplemente no puede arriesgarse a que alguien los interrumpa y terminar en una pelea, de verdad desea a Jimin, en ese momento y con urgencia, pero su posesividad y celos resultan mayores, cuidar a Jimin siempre será más importante que cualquier cosa—. Podrían verte y...

—Si alguien entra no me verán a mi —el alfa no supo a que se refería, sintió que los delgados dedos se colaban en su pantalón para desabrocharlo y adentrarse un poco acariciando su erección—. Pero, ¿pueden verte a ti, alfa? —cuestiona con los ojitos azules brillantes clavándose sobre los verdes aunque estos estaban cerrados por el placer, los dientes de Jimin estiraban el labio inferior del mayor.

—Jim... —la actitud atrevida le resultaba irresistible, cualquier actitud de su omega le resulta irresistible, el ojiazul movió su pie por la pierna del alfa, acariciaba con el empeine provocándolo aún más—. Solo tú puedes verme, omega —gruñó en su cuello mientras lo besaba.

—Ese es mi alfa, solo mío —movió su mano haciendo un solo bombeo en la erección del ojiverde—. Por eso solo vas a bajar tus pantalones un poco, y mi boca va a cubrirte —el corazón de Jungkook se detuvo y el aire se atascó en su garganta, nunca lo había visto tan atrevido y sensual, Jimin es tan lindo y suave que ahora está comenzando a creer que todo esto es un alucinación, es lo más probable, no lo dudaría porque bueno, ya le pasó—. No van a ver nada de ninguno, lobito, todo estará cubierto.

—Amor... —salió como un jadeo que llenó al omega de satisfacción.

—Puedo hacerlo, quiero hacerlo —su voz era un susurro entre los besos que se daban, más toscos y pasionales cada vez—. Folla mi boca, alfa.

—Lo que mi precioso ángel desee —lo toma por la nuca y junta sus bocas con posesión, metiendo su lengua para cepillar el paladar del menor, las lenguas cruzándose en un baile tan ansioso que no sabían a dónde ir—. Eres tan hermoso —desliza sus besos por su cuello y saborea cada folículo de su piel, la lengua hace aparición nuevamente para recorrer la cicatriz de unión, ambos se estremecen en un temblor satisfactorio.

Las manos de Jimin terminan de abrir la camisa del alfa y disfruta de tocar los abdominales tan tonificados, lleva sus palmas a la espalda baja de Jeon para empujarlo y que sus entrepiernas queden juntas, sus piernas rodean la cadera ajena y sus manos suben a los pectorales de Jungkook, cruzan sus clavículas y llegan hasta el cuello alargado para poder enrollar los rizos entre sus dedos y obligarlo, con un estirón, a echar la cabeza hacia atrás.

—Voy a hacerte sentir bien, alfa —besa su cuello de forma húmeda—. Solo a ti, voy a agradecerte por ser el mejor alfa de todos y cuidarme tan bien—sus palabras chocaban con la piel haciendo que el pene del alfa palpitara cada vez más, de pronto retira sus manos y piernas del cuerpo del rizado, de un salto baja del lavamanos, empuja al mayor contra la pared para que recargue su espalda, las pequeñas manos del ojiazul aprovechan la soltura de sus pantalones para adentrarse y acariciar el trasero de su alfa por encima de la ropa interior.

Jungkook estaba alucinando, cada toque se sentía como el paraíso y diablos, era lo mejor que había vivido en su vida, con el ojiazul todo era lo mejor, cada vez era única e irrepetible. Park dejó caer los pantalones de Jungkook con descaro, haciendo una cara inocente cuando tocaron el piso, se tomó el tiempo de bajar delicadamente el bóxer negro que Jungkook vestía hasta dejarlo un poco más abajo de su trasero.

La erección del mayor se mostraba a todo su esplendor, el omega sonrió por eso, porque una sesión de besos y palabras calientes había provocado eso, se sentía deseado y genial. Desabrochó su pantalón para dejarlo caer y escuchó el gruñido bajo que Jungkook estaba formando.

—¿Quieres que mis pantalones se mojen y todos puedan olerme? —cuestiona con inocencia falsa y sonrió cuando el mayor negó con la cabeza. Tomó la mano grande del otro para guiarla a su trasero, invitando al alfa a palmarlo y amasarlo a gusto propio mientras compartían otro beso irremediablemente profundo.

Pronto la mano del alfa se adentró en su ropa interior, delineando su entrada y amasando sus glúteos, cuando estuvo empapada de lubricante, el rizado trató de llevarla a su boca pero Jimin lo impidió, sujetándola y guiándola hacia la erección que reposaba al aire libre, su pequeña mano acunaba a la de Jungkook para comenzar con movimientos suaves y provocar que su pene se humedeciera con el lubricante natural de Jimin.

—¡Oh Dios, bebé! —un suspiro salió de la boca del pelinegro cuando su mano fue remplazada con la del omega, no se contuvo y saboreó el lubricante restante en sus dedos—. Sabes tan bien y eres tan bueno — su cabeza estaba hacia arriba mientras los movimientos seguían y jadeos salían de sus labios—. Sigue, n-no pares angelito —pero los movimientos si cesaron, buscó a Jimin solo para encontrarlo hincado frente a él, viendo su miembro con ojos brillantes y deseosos, mordía su labio inferior con morbo haciendo que el alfa enloqueciera por la imagen.

—Soy bueno solo con mi alfa —habla y su aliento choca de lleno con la punta de Jungkook, los ojos verdes se convirtieron en blancos cuando sintió la humedad de la lengua colocarse ahí, justo en la punta delicadamente, su corazón quería salirse de su pecho, todo se sentía al mil por ciento, estaba tan cerca y la imagen de Jimin desde ese ángulo con sus ojitos azules mirándolo con lujuria no ayudaban.

La lengua del castaño recorrió el tallo del pene con una lentitud majestuosa, aún no lo metía a su boca pero pegó su nariz a la pelvis del alfa provocando que se estremeciera, delineó de nuevo la erección, saboreando la vainilla y el café combinados perfectamente con el líquido pre seminal del alfa, su boca cubrió una parte de la cabeza mientras frotaba círculos con lengua, metió todo hasta donde se sintió cómodo y comenzó a hacer movimientos suaves para meterlo y sacarlo de su boca, su mano viajó a la parte restante para masajearlo adecuadamente.

—¡Mierda, si amor! —sus manos se apretaron en puños y sus ojos no se alejaban de la imagen, algunas lágrimas se agruparon en los costados de los ojos de Jimin quien no parecía incómodo con su tarea, la sensación era tan placentera, sentir la humedad de su lengua y los movimientos que hacía eran demasiado para él, los sonidos que sus labios hacían contra su pene estaban llevándolo al límite—. A-Ahh, ¡si, bebé! —la mano del omega rodeó su muñeca y la llevó a su cabello en una invitación silenciosa, Jungkook no se negó en lo absoluto.

Enredó los dedos de sus dos manos en el cabello castaño y sujetó la cabeza de Jimin con un poco de firmeza, el gemido que el menor soltó fue amortiguado por su pene, todo el cuerpo del mayor vibraba de satisfacción.

De pronto se escuchó mucho ruido proveniente del exterior del baño, Jungkook casi se retira para proteger a Jimin de sea lo que sea que había afuera, pero reconoció la cuenta regresiva que la multitud coreaba. Ignoró el escándalo y comenzó a mover  a Jimin para estimular su miembro, aumentó ligeramente la velocidad, no creía soportarlo más y cuando la punta pareció tocar el fondo de la garganta de su amor, fue cuando el éxtasis llegó, saco su erección de la boca ajena antes de que su nudo se formara y se corrió en la mano del chico quien no dudó ni un poco al pasar su lengua por ahí saboreando el extracto, Jungkook no podía sentirse más morboso y pecaminoso al observarlo, Jimin le robaba el aliento de cada manera posible.

—Sabes genial, lobito —el menor se puso de pie estirando los pantalones de Jungkook para subirlos, sonrió hacia el mayor que aún estaba bastante ido en los espasmos, los ojos verdes se veían empañados por las lágrimas de placer,  pasados unos segundos el alfa lo tomó por el rostro y unió sus bocas en un beso fuerte y deseoso de más, de nuevo lo subió al mostrador del lavamanos y lo apretó con fuerza por la cintura, enterrando su rostro en el cuello y haciendo al omega suspirar mientras enroscaba las piernas a su cadera, su pantalón estaba en alguna parte del piso.

—Feliz año nuevo, mi vida —dice dejando un poco de lado su lujuria, deja un beso tierno en la marca haciendo al menor reír, esa risa suave y tranquila que espera oír por siempre.

—Feliz año nuevo, ricitos. Gracias por llegar a mi vida —acaricia su cabello lentamente, enrollando un rizo en su índice y liberándolo al poco tiempo.

—En definitiva y a pesar de todo el tiempo que perdí, este año fue el mejor de mi vida porque te encontré —sale del escondite para encontrarse con los orbes cerúleo—. Te amo, gracias por hacer de este año el mejor de todos —une sus labios a los del omega, siendo suave y tierno como siempre pero poco a poco aumentó la intensidad—. Necesito que vayamos a casa ahora mismo —mete sus manos en la camisa del menor acariciando la piel de su cintura—. En definitiva nos vamos —Jimin suelta una risa fuerte que hace que su cabeza se tire hacia atrás, el alfa aprovecha para recoger los pequeños jeans del suelo—. Quítate la ropa interior, bebé —ordena y el omega obedece, Jungkook trataba de no mirar para no perder el control, le pasó los pantalones y Jimin le pasó sus boxers que estaban húmedos y desbordando el aroma del omega, le costó mucho trabajo guardar la calma pero los puso en chorro de agua para tratar de quitarles el olor un poco y que así no atrajeran la atención cuando salieran, en definitiva este había sido un gran comienzo de año, y seguramente el resto será igual de fascinante, si Jimin está con él, cada año será el mejor de su vida.

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